TAMARAN - TAMERAN

No existe unanimidad entre los historiadores sobre el origen del nombre de la isla o el de su calificativo. Está muy arraigada popularmente la teoría de que su nombre aborigen fuese Tamerán, Tamarán o Tamarant, traducido a veces como tierra de las palmas o más frecuentemente como país de valientes. Sin embargo, el origen prehispánico de dicho topónimo ha sido puesto en cuestión, ya que el nombre Tamarán aparece por primera vez en el siglo XIX, no constatándose su presencia en ninguna fuente clásica ni de la época de la Conquista, especulándose con la posibilidad de que Canaria sea la versión latinizada del verdadero nombre aborigen de la isla o de la etnia que la habitaba. Por otra parte, estudios filológicos recientes sugieren que el nombre Tamerán puede tener cierta autenticidad histórica

LUCHA CANARIA

LUCHA CANARIA

 
Este es uno de los juegos más reflejados en las fuentes documentales; podemos decir que su práctica entre los aborígenes canarios era algo común en las fiestas; sin embargo, esto no quiere decir que la estructura actual de la lucha se asemeje a lo que debió ser la lucha del aborigen, que nos es desconocida.
En la Crónica Real de Juan II de Castilla (1420), de Alvar García de Santa María, se narra una embajada del obispo Fray Mendo, a cargo de Diego Fernández, en solicitud de ayuda para Lanzarote. En dicha embajada viajaron dos canarios de la isla de Gran Canaria convertidos al cristianismo.
«(...) que eran cristianos el uno era el gran luchador; Maguer que era de quarenta años no había en la corte quien luchase con él».
Fray Alonso de Espinosa en su obra Historia de Nuestra Señora de Candelaria (1594) nos cuenta, a propósito de las costumbres de los aborígenes canarios, cómo la lucha era una manifestación de sus fiestas: « ... y aquí mostraba cada cual su valor, (...) con mucha ligereza y mudanzas, luchar, (...)».
En el año 1527, con motivo del nacimiento de Felipe II, se celebraron en La Laguna unos juegos, en los que se incluye la lucha, y en la que ya se aprecia un aspecto elemental de la estructura actual de la lucha canaria: dar dos caídas o vencer dos veces.
«Habrá luchas, y el luchador que venciere a tres, dando a cada uno dos idas sin recibir ninguna, ganará dos varas de la misma seda. El día del Corpus se duplicarán los festejos (...)».
Hasta el final del primer tercio de este siglo la organización de los enfrentamientos correspondía a un modelo evolutivo natural, consistente en la competición de unos pueblos o bandos (norte-sur) contra otros, o de unas islas frente a otras.
Curiosamente, la lucha vio nacer su primer reglamento en Matanzas (Cuba), en 1872. Y ha sido más recientemente, en el año 1960, con el Reglamento General Orgánico, cuando se consensuó un reglamento común para todas las islas.
La lucha canaria es un deporte de oposición que se fundamenta en el enfrentamiento de dos adversarios, los cuales desde una posición inicial de bipedestación y agarrre a la boca-manga del pantalón, procuran, durante un tiempo no superior al minuto y medio, sin salirse de un terrero circular, desequilibrar para hacer tocar al contrario con cualquier parte del cuerpo que no sea la planta de los pies y utilizan para ello una serie de «mañas» o técnicas, tanto de manos como de pies o combinadas y en las que está prohibido el golpeo.
Existen varios sistemas de lucha: por equipos, ya sea a tres agarradas, lucha corrida, o todos contra todos; enfrentamientos individuales, por pesos, categorías o desafíos. La forma más habitual se desarrolla entre dos equipos, por lo general de doce luchadores cada bando, enfrentándose individualmente. .


Traspiés




Lance de lucha canaria.

 Para que te salga bien la chascona, tienes que coger al contrario desprevenido.
 
 
 
 
 
 













 

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